La crisis económica en
Yucatán, ha originado de manera
alarmante, el surgimiento de “trabajos” callejeros, en las principales calles y avenidas de
Mérida, como los famosos limpiaparabrisas, payasos haciendo piruetas, vendedores de chicles, flores y cacahuates,
sin mencionar a los ya famosos Chiapanecos, que en su gran mayoría son niños,
que se vieron obligados a cambiar “Libros
y Juguetes” por las clásicas cajitas de madera, recorriendo las cantinas y
“Puteros” que cierran hasta la madrugada, exponiéndose a los borrachos para
lograr vender los “Cigarros, chicles y
quien sabe, a lo mejor hasta drogas”.
Estas personas, son referidos por los medios
de comunicación solo como “Nota Roja”,
pero el escándalo es mayor si ya es un
joven que carece de existencia legal por
la falta de documentación, causante de menos posibilidades de empleo.
Pero, se ha preguntado Ud.
Porque! Hacen este tipo de
trabajo?
Estos niños y jóvenes, provienen de grupos
familiares y comunidades populares, con cero oportunidades gubernamentales, y han
logrado, poco a poco, ganar los espacios públicos, a fuerza de: golpes, sacrificios y corrupción,
logrando así su modo de vida, con la cultura callejera, “Cultura” que hace que
nuestra Sociedad los señale como: "vagos", "malvivientes", "drogos"
y sobre todo "improductivos".
Instalados desde las 8 de la
mañana en la Avenida de Circuito Colonias en la esquina del parque Felipe
Carrillo Puerto, de la colonia con el mismo nombre, se encontraba un grupo de
estos “limpiavidrios”, entre los que estaba un joven de nombre José, el cual nos dijo que lo hace
porque, nunca tuvo la oportunidad de estudiar, “desde niño yo ya salía en busca de dinero para que podamos comer”, expreso.
“Curiosamente, la Luz Roja del
semáforo, la que es detestada por la mayoría de los automovilistas, es la que
yo espero con ansias para limpiar los “vidrios” de los carros que se detienen
ante la esta Luz”, dijo sonriente el joven José,
quien se pasa el día entero limpiado los vidrios de los carros, con la
esperanza firme de que en cada uno encontrará buenos samaritanos que
recompensarán con 2 o 3 pesos, un trabajo bien realizado, y así juntas al final
de la jornada hasta 150 pesos y 200, y eso no llueve, porque de caer la lluvia,
se acaba el trabajo.
Concluyo su plática diciendo: “No
todo es bueno, hay ocasiones en que la Policía se nos viene encima, y nos exige
les paguemos por el espacio de trabajo, si no accedemos, somos levantados, por
obstruir el tránsito, ¡¡no estamos robando, estamos tratando de ganar un poco
para la comida, y lo poco que logramos la policía nos lo quita!! Concluyo José.
Los ya famosos “Chiapanecos”, en su mayoría niños, que se vieron obligados a cambiar
“Libros y Juguetes” por las cajitas
de madera con CIGARROS, recorren a diario las calles del Centro Histórico de
Mérida, ofreciendo, sus Cigarros, Chicles, dulces, y quien sabe si hasta drogas.
El colmo de los casos, es que
hasta en los pasillos, de la Fiscalía General del Estado, platicamos con uno de ellos y nos confesó que
tiene 16 años de edad, también averiguamos, que son controlados por un patrón, que los
maltratan, púes durante la plática
supimos que “el patrón” les paga 300
pesos semanales, comen entre los perros y gallinas, “vivimos
en un cuarto y somos 13 personas allá, con nosotros están unos perro y 3
gallinas, eso sí, incluye la comida” expreso con una semblanza seria.
Ya entrada la noche, los “CHIAPANECOS” comienzan su recorrido
por las “Cantinas Nocturnas” ofreciendo
su mercancía a los borrachos NOCTURNOS, pero
ya entrada la madrugada, estos vendedores entran a los BARES, tal vez obligados por algún explotador de
menores, cabe recordar que
recientemente, Por Esto! ha publicado los últimos acontecimientos criminales en los “Bares Y CANTINUCHAS” en la que los
protagonistas principales, siempre son “Los
Travestis”, que hasta al asesinato han
llegado”, púes hay que recordar que los homosexuales siempre acuden a estas “CANTINUCHAS” en busca de
nuevas víctimas.
Es de suponerse, que existe una
Ley que prohíbe el trabajo a los menores de edad, pero aquí en Yucatán, famosa por ser el Estado más seguro, pero tan seguro!, que el ayuntamiento de
Mérida no ha tomado cartas en el asunto, y es que los CHIAPANECOS, están a la vista de todos, no puede ocultar su
existencia.
El H.AYUNTAMIENTO de Mérida, debe y tiene la obligación de investigar
a las familias, no solo de los CHIAPANEOS, también a los locales, averiguar
porque han adoptado este ritmo de vida callejera, ò si realmente están siendo
explotados por alguna o varias personas, ya que de no hacerlo, está permitiendo
la entrada al negocio de la “TRATA DE PERSONAS”, exhibiéndolos como
los “Esclavos Modernos”, convirtiéndose
de esa manera “EL COMPLICE PERFECTO” de
esa mafia.
De ese tamaño es el peligro a los
que son expuestos estos niños y jóvenes, que vienen desde CHIAPAS engañados con ofrecerles una mejor alternativa de vida, y
oportunidades de trabajo, pero olvidaron mencionarles que con este trabajo, corren el
riesgo de ser asaltados, que abusen de ellos o de ser asesinados por
un CIGARRO, en las puertas de alguna
CANTINUCHA.
Siguiendo mi recorrido por la
ciudad, llegue a la colonia de la Lázaro Cárdenas, en la calle 21 x Circuito
Colonias, y colindante con la Mayaban, ahí estaba el Sr. Carlos May, de 32 años de edad, que, con paso muy lento y notándose un cansancio de enfermedad, notamos
que en la cintura le cuelga una bolsa
que el Seguro Popular le puso con una Sonda para almacenar su orina, ya que
padece de DEFICIENCIA RENAL, ofrecía unas paletas de Caramelo a los
conductores que hacían su alto en ese cruzamiento, a cambio de unos pesos para
ayudarse.
Al cuestionarlo de porque anda
ofreciendo los dulces de caramelo a los conductores, dijo: “Nadie me da trabajo señor, el DIF, me ignoro al ver que ya casi estoy
desahuciado, pues padezco deficiencia renal y me tienen que dializar 3 veces al
día” antes yo era electricista, y trabajaba por mi cuenta, expreso don Carlos con una voz entrecortada.
Carlos May, señalo que tiene que juntar mil pesos cada mes para el
pago de la renta de su casa, en la vive el y su madre, pero también necesita de
medicamentos y para la comida de todos los días.
Por último, es de saberse, que la
ciudad de Mérida se encuentra ocupada y competida por un sin fin de problemas,
entre los que sobresalen los niños y jóvenes que viven de la calle, ahí
encontraron una alternativa de vida, ya que carecen de oportunidades Sociales, es necesario prestarles atención, púes
aun con vicios, también son personas, y tienen derecho a ser tomados en cuenta todo
el tiempo y no solo en tiempos electorales, ó será necesario llegar a la
MARGINACION en la que viven para entenderlos?..(José Manuel Pallotta Farfán)